jueves, 8 de diciembre de 2011

9 maneras de tocar el suelo hecho por giulia cattaneo

Nueve maneras de tocar el suelo
Otoño me llamo otoño, pero no soy nada más que una estación,  porque para llegar a donde estoy he pasado por muchos procesos que os voy a relatar en “nueve maneras de tocar el suelo”
Voy descendiendo lentamente  mientras contemplo las vistas, el viento me mece y acaricia suavemente cuchicheándome algo al oído. Soy como un paracaidista sin paracaídas que caigo de los árboles de hoja caduca cuando los primeros inicios del otoño llegan. Yo me llamo hoja y soy el primer elemento de esta hermosa estación.
Solas no somos nada pero formamos “piña” para atacar y traemos con nosotras los resfríos. Vosotros os escondéis en chaquetones impermeables,  bufandas y paraguas, otras veces miráis como nos precipitamos con violencia al suelo y dejamos de existir. Yo me llamo gota de agua y solo soy una más del otoño.                   
Caigo del cielo cuando el verano desaparece, hago que los más pequeños se queden en casa protestando enfurruñado añorando quedarse hasta tarde en la calle. Me hundo no más allá de las seis, beso el horizonte y voy desapareciendo al atardecer. Soy contemplado por parejas de enamorados agarraditos de las manos y amantes de la fotografía. Yo me llamo atardecer y soy  uno de los muchos característicos colores del otoño.
Soy una alfombra de colores, marrones, naranjas, amarillos y rojos cubro los bosques, pueblos y ciudades también conquisto vestimentas con mis tonalidades. Y tiño los lugares más grises, de mí. Me llaman colores otoñales y soy vital para completar el ambiente creado.
Me escurro fregándome contra el suelo y como las almejas voy dejando en la arena pequeños agujeros. Soy las voces perdidas de los niños que jugaban en la playa durante el verano, los murmullos de la gente,  el zigzaguear del friebee, el tic-tac de las pelotas golpeándose contra las palas… me presento, soy los sonidos inconfundibles del verano que dejáis atrás.
Me desvanezco hasta tocar el suelo. Los pétalos de begonias, nemesias y gaillarda se depositan sobre un lecho de hojas secas, y estas las engullen hasta no dejar rastros de aquellos suaves aromas de flores y frutos. Yo soy los olores pasados del verano.
Me escapo de la boca y me esparzo por los suelos con los últimos envoltorios  de helado. Soy  los sabores que excitaban las papilas y el deseo de grandes y pequeños.
Me escurro hacia el suelo por la botamanga de los primeros pantalones largos, me aferro a las frescas sandalias pero acabo aplastado por el peso de las botas. Soy el placer del calor sobre tu piel que ahora ya no sientes.
Hago que a la gente le entre melancolía y tristeza. Caigo de las personas y me voy esparciendo por calles y pisos “contagiándola” a todo el mundo. También llego con el otoño, soy ese gusanillo que os invade con ganas de salir a la calle,  que regrese la explosión de color de la primavera o los shorts de verano. Soy la añoranza, que únicamente me saciáis con la llegada del buen tiempo.
Soy el otoño y esta es mi historia.

domingo, 28 de agosto de 2011

fiestaaa!!!

¿ Conocéis las fiestas de gracia? Son unas fiestas el la cual unas cuantas calles de Barcelona son decoradas por los vecinos. Están llenas de color y vida y dan rienda suelta a la creatividad ya que cada calle es decorada por un motivo diferente, y en las plazas hacen representaciones, tocan usica venden comida realmente son de esas fiestas inolvidables.
Y todo esta hecho a mano y con materiales reciclados
Para concluir dejo imágenes:
 estos chicos son els castellers era uno de los espectaculos



jueves, 11 de agosto de 2011

misterio



Buscando en Internet he he encontrado esta historia que podría ser de interés


Juan Pedro Martínez
25 de junio de 1986. Las noticias informan de un accidente en la sierra de Somosierra (Madrid). Un camión cisterna ha volcado, vertiendo su contenido por toda la zona. La alerta es máxima. El material es ácido y puede causar un peligro biológico irreparable. Más tarde se empieza a hablar de víctimas. Los dos ocupantes del camión. Andrés Martínez y Carmen Gomez. Una tragedia más si no fuera por el dato más extraño del caso. Las dos personas no estaban solas. En la cabina del camión, iba su hijo pequeño, Juan Pedro Martínez. Su cuerpo no apareció jamás. Los datos se remontan al día 24, por la mañana, cuando la familia decide ir de viaje a la sierra por motivos de trabajo del padre. Le acompañan la mujer y su hijo, quienes todavía no habían visitado Madrid. En una cafetería de la sierra, deciden desayunar y durante su regreso a sus tierras... Algo debió ocurrir para que el camión alcanzara más de 140 KLM por hora en una carretera de montaña.

El camión choca contra otro vehículo y se estrella contra una cuneta. El contenido de la cisterna se derrama por la carretera y provoca un atasco y retenciones de horas. El desastre no acababa más que empezar. Explosiones a lo largo de la carretera indicaba que el ácido se extendía por todas partes.

Se hallan los restos de los adultos. Sus cuerpos presentan quemaduras de gran embergadura, están quemados: una brecha se abrió encima de la cabina y bañó de ácido a sus ocupantes. Sus rostros totalmente desfigurados, pero los cuerpos intactos. Ya al anochecer, cientos de personas se agolpaban en la zona.

Entre ellos circulaba el rumor. Los padres de Andrés Martínez habían llamado preocupados, a sabiendas de la noticia, repetían continuamente una frase estremecedora:
¿DÓNDE ESTA NUESTRO NIETO? Cuando las fuerzas de seguridad tienen el permiso de abrir la cabina, no descubren rastro alguno del niño. Con potentes focos y linternas empiezan a investigar los alrededores del accidente, pero no encuentran ningún cadáver, ningun niño herido por ácido… Juan Pedro Gomez había desaparecido.

Las posteriores investigaciones desmienten la posibilidad de que el niño hubiera sido disuelto por el ácido en tan poco tiempo, ni con la posibilidad de que la cabina se hubiera convertido en una "bañera" del mismo, y en el caso de que ocurriera, los huesos deberían haber aparecido aunque fueran flotando en el líquido.

Nada. El niño había desaparecido. Más datos llegaban según pasaban los días. La investigación del taquígrafo del camión (la kha negra de los camiones) indicó que habían sucedido una serie de parones a lo largo del recorrido. 12 detenciones en apenas unos kilómetros.

Pero aún un dato más escalofriante les esperaba a los investigadores: los testigos que circulaban por la carretera, indicaron que delante del camión circulaba a gran velocidad una camioneta blanca. ¿Acaso perseguía el camión a la furgoneta? ¿Con qué motivo? ¿Podía ser un secuestro y el camión perseguía la furgoneta con su hijo dentro? A estas preguntas se le unieron más cuando los testigos presenciales del accidente vieron asustados, que después del choque, de la furgoneta blanca salieron dos individuos muy altos, con batas blancas hasta los tobillos y tez pálida, se acercaron al camión y sacaron un bulto bastante grande.

La policía realizó la intensa búsqueda de todos los poseedores de un furgón de semejantes características, pero no encontraron nada. Nunca más se supo de Juan Pedro Martínez.

martes, 26 de julio de 2011

recomendacion

Hola he estado pensando que podria dejar libros como recomendacion asi que ire dejando imagenes de las portadas de los libros por si a alguien le interesa!!!!!!!!!!!!!!!!!

domingo, 24 de julio de 2011

OJOSS

hola de nuevo , me encanta dibujar ojos así que me gustaría que me enviaseis vuestros ojos a mi correo, así que aquí os dejo el correo y algunos de mis ojos:
novagiulea@gmail.com


sábado, 23 de julio de 2011

holaaaaaaa

He estado buscando  concursos de escritura y dibujo hacedme un favor si conoceis alguno decidmelo
graacias